sábado, 11 de octubre de 2014

PORQUÉ EL MATRIMONIO YA NO ES OPCIÓN?

Hola, deseo contarles que he estado en contacto con diferentes jóvenes en edad adulta, con quienes he tenido oportunidad de conversar largamente y entrar al tema de la familia.  Los jóvenes de ésta generación han estado expuestos a gran cantidad de información, buena o mala, de la fuente correcta o no, lo cierto es que les ha llegado el mensaje que el matrimonio no es conveniente.

Están centrados en lograr sus objetivos, entienden que están en una época competitiva hasta el límite y que deben ser mejor que los mejores para poder obtener lo que desean, son jóvenes de perspectivas altas y de gran enfoque en sus metas.

Es interesante que identifican el matrimonio, como lo opuesto a todo lo bueno, entonces entramos al análisis, Qué es el matrimonio? resulta ser que el matrimonio fue creado como una sociedad y una institución para protección de la mujer y los hijos, realmente el contrato matrimonial no es en sí lo que se espera de la unión de dos personas, es solo eso, un contrato que rara vez asegura una unión sana, hace todo lo contrario, se vuelve el motivo de que muchas parejas no encuentren la felicidad deseada.

En el supuesto de lo anterior, los jóvenes prefieren no firmar ningún contrato, y se les ha vendido la idea errónea que pueden vivir sin compartir sus vidas, cuando en la genética de cada persona, está el deseo de tener a alguien con quien caminar hacia su futuro y descubrirlo juntos.  Dios jamás instituyó un contrato, bendijo la unión y les indicó cuales eran las actividades de cada uno, a fin de ser felices, sin embargo en nuestra rapidez para vivir, nos hemos olvidado que la esencia de la unión es el amor.

Le dejamos al contrato el trabajo de mantener vivo el fuego del matrimonio, y todo eso es lo que han visto nuestros jóvenes y es un patrón que rechazan con ahínco, por lo que concluyo que como padres debemos apoyarlos en su idea de lo que es tener una pareja, no rechazarlos y evitar a toda costa criticarlos, debemos estar consientes que si ellos actúan así, es porque no les hemos dado el mejor ejemplo de lo que es una pareja sana emocionalmente y es total responsabilidad nuestra el rechazo que sienten por la unión tradicional.

Reconocer nuestros errores y apoyarlos en sus decisiones, es lo que puede salvar al verdadero matrimonio, pese a que no haya un contrato de por medio, se puede con compromiso, respeto y objetividad, tener la mejor unión que nos podamos imaginar, y esperar que de ésto, nuestros nietos vean mejores ejemplos y puedan volver a tener fe en la más importante institución social: La familia.